Los árboles de mango son famosos por sus deliciosas frutas, su dulce aroma y su exuberante follaje. Estas maravillas tropicales no solo son un deleite para el paladar, sino también un espectáculo para la vista en cualquier jardín. Si bien la mayoría de las personas optan por cultivar árboles de mango a partir de semillas, existe otra forma fascinante de propagar estos árboles frutales: utilizando esquejes en agua. Este método no solo ofrece una forma confiable de cultivar árboles de mango, sino que también le permite presenciar todo el proceso de crecimiento desde la comodidad de su hogar. En este artículo, exploraremos esta increíble forma de cultivar un árbol de mango a partir de un esqueje en agua.

¿Por qué elegir esquejes?

Cultivar árboles de mango a partir de esquejes es un método que ha ganado popularidad entre los entusiastas de la jardinería por varias razones. En primer lugar, proporciona un resultado más predecible en comparación con el cultivo a partir de semillas, donde puede obtener una variedad de mango completamente diferente del árbol original. En segundo lugar, reduce significativamente el tiempo que tarda el árbol en comenzar a dar frutos, lo que a menudo da como resultado árboles frutales en unos pocos años. Además, le permite clonar las características exactas del árbol original que admira, lo que garantiza que las frutas serán tan deliciosas y el árbol tan hermoso como aquel del que tomó el esqueje.

Cómo seleccionar un esqueje saludable

Antes de emprender el viaje para cultivar un árbol de mango a partir de un esqueje en agua, es necesario elegir un esqueje sano y adecuado. A continuación, le indicamos cómo hacerlo:

Elija la temporada adecuada: el mejor momento para tomar esquejes de un árbol de mango es durante la temporada de inactividad, que suele ocurrir a fines del invierno o principios de la primavera. Durante este período, es menos probable que el árbol esté creciendo activamente, lo que hace que sea más fácil tomar esquejes.

Seleccione una rama sana: Busque una rama sana en el árbol de mango, libre de enfermedades, plagas o daños. Lo ideal es que la rama tenga entre 30 y 45 cm de largo y varios nudos. Los nudos son las pequeñas protuberancias donde crecen las hojas y las ramas nuevas.

Prepara el esqueje: utiliza unas tijeras de podar afiladas y limpias para cortar la rama justo debajo de un nudo en un ángulo de 45 grados. Asegúrate de que el esqueje tenga al menos dos nudos.

Enraizamiento del esqueje en agua

Una vez que tengas tu esqueje de mango sano, es momento de enraizarlo en agua. Estos son los pasos a seguir:

Quitar las hojas: Retire con cuidado la mayoría de las hojas del esqueje, dejando solo unas pocas en la parte superior.

Colocar en agua: Llene un vaso o un recipiente transparente con agua y coloque el esqueje en él. Asegúrese de que los nudos sumergidos estén cubiertos. Cambie el agua cada pocos días para mantenerla fresca.

Proporcionar luz: Coloque el vaso en un lugar que reciba luz solar indirecta. Demasiada luz solar directa puede ser perjudicial para el esqueje.

Tenga paciencia: el esqueje puede tardar varias semanas o algunos meses en desarrollar raíces. Comenzará a ver cómo se forman raíces en los nudos. Una vez que las raíces midan algunos centímetros de largo, el esqueje estará listo para el trasplante.

Trasplantando tu esqueje de mango

Una vez que el esqueje de mango haya desarrollado raíces sanas, es hora de trasplantarlo a la tierra. Esto es lo que debes hacer:

Prepare la tierra: utilice una mezcla para macetas que drene bien o cree su propia mezcla combinando tierra de jardín, arena y materia orgánica. Llene una maceta con esta mezcla.

Plantar el esqueje: Hacer un agujero en la tierra y colocar con cuidado el esqueje enraizado. Procurar que los nudos donde se han formado las raíces estén por debajo del nivel de la tierra. Riegue abundantemente el esqueje recién trasplantado.

Cuidados: mantenga el árbol de mango en maceta en un lugar con luz solar indirecta y brillante. Riéguelo con regularidad, manteniendo la tierra constantemente húmeda pero no encharcada. Fertilice su árbol de mango con un fertilizante equilibrado de liberación lenta para estimular un crecimiento saludable.

Con el cuidado y la paciencia adecuados, su árbol de mango comenzará a crecer vigorosamente y, en unos años, comenzará a dar los deliciosos frutos que ha estado esperando ansiosamente. Cultivar un árbol de mango a partir de un esqueje en agua es una manera increíble de presenciar la magia de la naturaleza y disfrutar de los frutos de su trabajo en la comodidad de su propia casa. Entonces, ¿por qué no intentarlo y embarcarse en su viaje para crear su propio paraíso tropical en su propio patio trasero?