Un jardín próspero comienza con un suelo sano y rico en nutrientes. Si bien los fertilizantes comerciales pueden ser costosos y, a veces, contener sustancias químicas no deseadas, existen muchas alternativas naturales y gratuitas que pueden enriquecer el suelo de su jardín. Al enterrar ciertos materiales orgánicos directamente en su jardín, puede mejorar la fertilidad del suelo, mejorar el crecimiento de las plantas y promover una práctica de jardinería sostenible. A continuación, se presentan nueve cosas que puede enterrar en su jardín para enriquecer el suelo con nutrientes gratuitos.

 

1. Restos de cocina
Una de las formas más fáciles y efectivas de enriquecer el suelo de su jardín es enterrar los restos de cocina. Elementos como cáscaras de frutas y verduras, posos de café, cáscaras de huevo y hojas de té son ricos en nutrientes esenciales como nitrógeno, fósforo y potasio. Estos nutrientes se liberan lentamente en el suelo a medida que los restos se descomponen, alimentando a sus plantas con el tiempo.

Modo de uso:
Cava una pequeña zanja o agujero en el cantero de tu jardín.

Entierra los restos de comida a unas 6-8 pulgadas de profundidad para evitar atraer plagas.
Cúbrelos con tierra y deja que los restos se descompongan de forma natural.

 

2. Cáscaras de huevo
Las cáscaras de huevo son una excelente fuente de calcio, que es fundamental para prevenir la podredumbre apical en tomates y pimientos. El calcio también ayuda a fortalecer las paredes celulares de las plantas, lo que contribuye a su salud general.

Modo de uso:
Enjuague y triture las cáscaras de huevo en trozos pequeños.
Entiérrelas directamente en la tierra alrededor de las plantas o agréguelas a los agujeros de plantación antes de trasplantar las plántulas.

3. Cáscaras de plátano
Las cáscaras de plátano son ricas en potasio, fósforo y magnesio, nutrientes esenciales que promueven el desarrollo saludable de las raíces, la floración y la fructificación de las plantas. Enterrar cáscaras de plátano en el jardín es una manera sencilla de darles a las plantas un aporte de nutrientes.

Modo de uso:
corte las cáscaras de plátano en trozos pequeños.

Entiérrelos a unos centímetros de profundidad en la tierra cerca de la base de las plantas.
Otra opción es colocar las cáscaras de plátano en el hoyo de plantación al trasplantar las plántulas.

4. Posos de café
Los posos de café son una excelente fuente de nitrógeno, un nutriente que promueve el crecimiento verde y exuberante de las plantas. También mejoran la estructura del suelo y atraen lombrices y microorganismos beneficiosos que ayudan a descomponer la materia orgánica.

Modo de uso:
esparza los posos de café usados ​​directamente sobre la superficie del suelo como mantillo o incorpórelos ligeramente en los primeros centímetros del suelo.
Otra opción es enterrar los posos de café alrededor de la base de plantas que aman el nitrógeno, como las verduras de hoja verde, los tomates y las rosas.

5. Restos
de pescado Los restos de pescado, incluidas las cabezas, los huesos y las vísceras, son una fuente rica de nitrógeno, fósforo y oligoelementos. Estos nutrientes son esenciales para el crecimiento de las plantas y pueden ayudar a producir plantas vibrantes y saludables.

Modo de uso:
Entierre los restos de pescado al menos a 30 cm de profundidad en su jardín para evitar atraer plagas y evitar el mal olor.
Coloque los restos en el fondo de los agujeros de plantación antes de agregar tierra y plantar.

6. Mantillo de hojas
El mantillo de hojas, u hojas descompuestas, es un valioso aditivo para el suelo que mejora la estructura del suelo, la retención de agua y la disponibilidad de nutrientes. A medida que las hojas se descomponen, liberan una variedad de nutrientes que las plantas necesitan para prosperar.

Modo de uso:
recoja las hojas caídas y déjelas descomponerse en una pila o en un recipiente durante varios meses.
Una vez que las hojas se hayan descompuesto hasta tener una textura desmenuzable, entierre el mantillo en los canteros de su jardín o utilícelo como mantillo alrededor de las plantas.

7. Ceniza de
madera La ceniza de madera de una chimenea o estufa de leña es una gran fuente de potasio y calcio. Puede ayudar a elevar el pH de los suelos ácidos, lo que la hace más adecuada para una mayor variedad de plantas. Sin embargo, es importante utilizar ceniza de madera con moderación, ya que demasiada puede hacer que el suelo se vuelva demasiado alcalino.

Modo de uso:
Espolvoree ceniza de madera ligeramente sobre la tierra de su jardín y mézclela.
Evite usar ceniza de madera cerca de plantas acidófilas, como arándanos y azaleas.

8. Papel y cartón El
papel y el cartón sin blanquear y sin productos químicos se pueden enterrar en el jardín para mejorar la estructura del suelo y proporcionar una fuente de carbono de liberación lenta. Estos materiales se descomponen con el tiempo, lo que agrega materia orgánica al suelo y ayuda a retener la humedad.

Modo de uso:
Triture el papel y el cartón en trozos pequeños para acelerar la descomposición.
Entierre los trozos en la tierra o utilícelos como capa de base en canteros elevados o pilas de abono.

9. Cabello y pelaje
El pelo de las personas y de las mascotas, así como el pelaje de los animales, son ricos en nitrógeno, que es esencial para el crecimiento de las plantas. El cabello y el pelaje se descomponen lentamente, lo que proporciona una fuente de nutrientes a largo plazo para su jardín.

Modo de uso:
Reúna el pelo y la piel de los cepillos para el pelo o de las sesiones de aseo de las mascotas.
Entiérrelos directamente en la tierra alrededor de las plantas o agréguelos a su pila de abono.

Enterrar estos materiales naturales en el jardín es una forma sencilla y económica de enriquecer el suelo y promover el crecimiento saludable de las plantas. Al reciclar restos de comida, desechos de jardín y otros materiales orgánicos, puede crear un entorno sostenible y rico en nutrientes para sus plantas sin depender de fertilizantes comerciales. Pruebe estos métodos y observe cómo su jardín prospera con el poder de los nutrientes naturales gratuitos.